Municipio del suroeste de la isla de Tenerife que por estar situado a 1.400 metros de altitud sobre el nivel del mar se considera el más alto de Canarias. Es el de menor población de toda la isla (1800 habitantes).
Parte del término municipal pertenece al Parque Natural de la Corona Forestal que rodea al Parque Nacional del Teide, por lo que el pueblo, inmerso entre pinares, destaca por su aire puro y un clima muy saludable y dispone de parajes idóneos para un turismo de montaña que busca actividades como senderismo, acampada, escalada, ciclismo de montaña, parapente y otros deportes al aire libre.
En el pueblo hay notables ejemplos de arquitectura tradicional canaria del siglo XVII como la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol y la antigua casa-palacio de la familia Soler, fundadores del pueblo.
La economía se basa en la agricultura (papas, miel, almendras, higos y viñedos), la ganadería (cabras) y el turismo. El municipio posee unas excelentes tierras de cultivo que se cubren de gravilla de color blanco para mantener la humedad. El vino de Vilaflor pertenece a la denominación de origen «Abona».
Entre los pinares que rodean el pueblo hay ejemplares de pino canario de más de 40 metros de altura y gran diámetro como el Pino Gordo o el Pino de las Dos Pernadas.
El Pino Gordo tiene una altura de 45,12 metros, un perímetro de 9,36 metros y un diámetro máximo de 3,16 metros.