La villa de Candelaria situada en la vertiente sureste de la isla de Tenerife, a 20 kilómetros al sur de la capital Santa Cruz, constituye un importante centro de peregrinación y culto dado que en su Basílica se venera a la Virgen de la Candelaria, Patrona de las Islas Canarias.
La tradición cuenta que dos pastores guanches encontraron 95 años antes de la conquista de Tenerife, en la playa de Chimisay (Güímar), al sureste de Tenerife (que actualmente se conoce como Playa del Socorro) una imagen de madera de la Virgen que fue llevada a la cueva-palacio del mencey Acaymo en el barranco de Chinguaro (Güímar).
Un guanche bautizado llamado Antón que había logrado escapar de los castellanos, reconoció en la Imagen a la Virgen María que fue adorada por los guanches como «Chaxiraxi» (la madre del sustentador de tierras y cielos) y para que pudiese ser venerada por todos los habitantes de la isla se decidió trasladarla a la Cueva de Achbinico.
La imagen portaba al Niño Jesús en el brazo derecho y una candela en la mano izquierda, por lo que tras la cristianización de la isla fue invocada con la advocación cristiana de Nuestra Señora de la Candelaria.
Después de la Conquista de la isla, el 2 de febrero de 1526 la Virgen fue trasladada a una primitiva capilla situada en la zona donde actualmente se encuentra la actual Basílica. Por eso ese día se celebra la fiesta litúrgica de la Virgen de Candelaria.
El 14 de agosto se celebra una Ofrenda en la que participan agrupaciones folclóricas de todas las Islas Canarias. Posteriormente se realiza una representación de la aparición de la Virgen a los guanches y una procesión.
El 15 de agosto, «día grande», después de una solemne misa presidida por el Obispo de la Diócesis Nivariense y un representante del Rey de España, se procesiona la Virgen de Candelaria alrededor de la Plaza de la Patrona de Canarias.
El centro neurálgico del municipio lo constituye la amplia Plaza de la Patrona de Canarias en cuyo lado sur se encuentra la Basílica de estilo neoclásico de La Candelaria que tiene anexo un Convento Dominico.
Junto a la entrada principal de la Basílica se encuentra la Fuente de los Peregrinos y el edificio del antiguo Ayuntamiento que actualmente acoge un espacio multicultural.
En el lado este de la Plaza, a la orilla del mar, se dispone el conjunto escultórico, obra del escultor tinerfeño José Abad, constituido por nueve estatuas de bronce de los menceyes guanches que reinaban en la isla en el momento de la conquista.
A 400 metros de la Basílica se encuentra la Cueva de San Blas o de Achbinico.
La Basílica, finalizada en 1959, es obra del arquitecto Enrique Marrero Regalado. Se estructura en tres naves, con techumbre que imita el estilo mudéjar y una cúpula de 25 metros de altura coronando su crucero. Su campanario, de 45 metros, luce un balcón canario. En la Capilla Mayor se custodia la Imagen de la Virgen de Candelaria, Patrona de Canarias.
El 15 de agosto la Basílica se engalana para la fiesta de la Candelaria.
La Cueva de San Blas o de Achbinico, situada junto al mar a unos 400 metros al sur de la Basílica, fue el primer templo cristiano de Canarias ya que acogió la primitiva imagen de la Virgen de Candelaria cuando fue trasladada desde Chinguaro (Güímar). La ermita-cueva tiene 14 metros de largo por 6 de ancho y 5 de altura.
Después de la conquista de Tenerife la Cueva de Achbinico fue declarada Iglesia y aquí fueron bautizados los guanches. La pila bautismal original se conserva en la Basílica.
En 1526 la Virgen fue trasladada a un primer santuario erigido en el solar de la actual Basílica.
En 1530 se pone en la cueva la imagen de San Blas; por lo que la cueva-ermita toma el nombre de este Santo.
En 1789 un incendió destruyó el templo primitivo y la Imagen fue trasladada de nuevo a la Cueva de San Blas hasta 1803 en que es devuelta a la Basílica.