El Valle de la Orotava, conocido por los guanches como «Taoro», está situado al norte de la isla de Tenerife y se extiende desde la vertiente septentrional del Teide hasta el océano.
Por su morfología se parece más a una meseta muy inclinada que a un valle, ya que desde el Teide desciende en un amplio y tendido plano inclinado, de pendientes poco pronunciadas, hasta bañarse en la costa atlántica.
En el valle se ubican los municipios de La Orotava, Puerto de la Cruz y Realejos que conforman una unidad geológica, paisajística y agrícola.
El valle está recorrido por la autopista del Norte de Tenerife o TF-5 que transcurre paralela a la costa. La TF 21 une La Orotava con el parque Nacional de El Teide.
El clima de este rincón de la isla, muy benigno, con temperaturas siempre primaverales (media anual de 20º C), unido a sus características orográficas y a una abundancia de agua hacen que el valle se muestre con un verdor perenne y unos paisajes de ensueño.
A pesar de que en el valle se ha construido mucho todavía conserva el esplendor paradisíaco de antaño, una vegetación exuberante y grandes extensiones de plataneros.
La tradición narra la impresión que recibió el geógrafo y naturalista Alexander Von Humboldt que describió el valle como el más bello rincón del mundo.
El mirador de Humboldt (1769-1859) ofrece una espectacular vista panorámica de todo el Valle de La Orotava. Debe su nombre al geógrafo y naturalista alemán Alexander Von Humboldt, considerado el «Padre de la Geografía Moderna Universal» quien, según cuenta la tradición, al contemplar el valle se arrodilló y alabó su paisaje y vegetación.
Los viñedos del Valle de la Orotava tienen Denominación de origen desde 1995. Ocupan una extensión de 1000 hectáreas, entre los 400 y los 800 metros de altitud.
El suelo es volcánico y el clima atlántico, influido por los vientos alisios.
Hay diferentes variedades de uva tanto blancas como tintas con las que se elaboran diferentes tipos de vino: blancos, rosados, tintos, dulces y espumosos.